martes, 19 de diciembre de 2017

Conquista del reino de Granada 1.482-1.492


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Conquista de Alhama 1.482
Eso dio una excusa para una operaci贸n de represalia por Don Rodrigo Ponce de Le贸n, marqu茅s de C谩diz, que en el 28 de febrero de 1482: tom贸 la ciudad de Alhama a unos 38 km al noroeste de Granada. La operaci贸n fue por iniciativa propia. El marqu茅s de C谩diz se intern贸 en secreto en territorio granadino, se apoder贸 por sorpresa de la fortaleza y luego inician una batalla calle a calle con los locales. Un ej茅rcito improvisado por otros nobles andaluces, liderado por su antiguo enemigo del marqu茅s, el duque de Medina-Sidonia, asegur贸 la ciudad para los cristianos.
Guerreros siglo XV: 1 infante granadino; 2 milicia urbana granadina; 3 infante cristiano con arma de fuego, se puede observar una lombarda. Autor Angus McBride para Osprey
Los reyes Isabel y Fernando se encontraban en Medina del Campo, e inmediatamente decidieron acudir en su ayuda.

El 5 de marzo, Abdul Hassan apareci贸 ante la fortaleza a la cabeza de un numeroso ej茅rcito que se estima en 3.000 jinetes y 50.000 infantes, pero se hab铆a dejado el tren de sitio en Granada, lo 煤nico que pod铆a hacer era rendir la plaza por hambre. El 29 de marzo regres贸 a Granada a por el equipo de asedio, apenas hubo regresado y emplazado sus bater铆as, cuando Fernando lleg贸 a Alhama con 7.500 jinetes y 44.000 infantes. Hassan  levant贸 el cerco y se retir贸.

Batalla de Alhama (1.482). Fuente http://lab.rtve.es/serie-isabel/conquista-de-granada
Rev茅s en la Axarquia (marzo de 1.483)
Tras la toma Antequera, el a帽o 1483, se reunieron en esa ciudad, el adelantado de Andaluc铆a D. Pedro Enr铆quez, con D. Juan de Silva, conde de cifuentes y el maestre de Santiago D. Alonso de C谩rdenas, frontero de 脡cija. Decidieron hacer una incursi贸n de pillaje y algarab铆a la comarca de la Axarquia Malague帽a, que era famosa por sus riquezas en seda.

Por fin el mi茅rcoles 19 de marzo, pusieron la expedici贸n en marcha, la compon铆an unos 2.700 jinetes y 1.000 infantes. Formaron dos divisiones, una capitaneado por el M谩rquez de C谩diz y otra por D. Alonso de Aguilar, la retaguardia la cubr铆a el maestre de Santiago. Al d铆a siguiente jueves, entraron en la Axarquia, las aldeas con las que se encontraron estaban desiertas, pues los habitantes hab铆an huido a esconderse. Por este motivo hicieron pocos prisioneros y poco bot贸n. Las tropas cristianas, decepcionadas, comenzaron a quemar las aldeas y villarejos que encontraron a su paso,matando a los pocos habitantes en su mayor铆a ancianos que no hab铆an podido huir.

Una vez habiendo llegado la retaguardia a la villa de Moclinejo, que al igual que como las anteriores villas, estaba desierta. La soldadesca prendi贸 fuego a la villa. Pero la poblaci贸n morisca de Moclinejo estaba cerca, escondida en los bosques y montes, viendo con impotencia como destrozaban todas sus pertenencias y viviendas, pero observaron que las tropas cristianas al abandonar su pueblo, trataban de seguir por unas ramblas y ca帽adas de dif铆cil maniobrabilidad para dichas tropas. En un alarde de desesperaci贸n y rabia los moriscos de Moclinejo aprovechando el conocimiento del terreno, con piedras, palos, espadas y flechas. Atacaron a las tropas invasoras, con tal valor y rabia que causando tal numero de bajas a las tropas de la retaguardia, que el maestre tuvo que pedir ayuda a el marqu茅s de C谩diz, que acudi贸 con caballeros e infantes, y la retaguardia pudo salir de esa situaci贸n.

Los moradores de la Axarq铆a, no conoc铆an enfrenamiento con las tropas cristianas, desde la expedici贸n de Alonso I el Batallador, de lo cual hab铆an pasado ya muchos siglos. Los axarquicos decidieron que aquella invasi贸n deb铆a tener un duro castigo, las gentes acud铆an con ganas de defender y luchar, embocando a los cristianos y causandoles much铆simas.

Las fuerzas crisianas se vieron obligadas a reunir sus tropas y marchar reunidas, dado que cualquier fuerza aislada enseguida era atacada. Una vez reunidas las tropas castellanas reconocieron el error cometido en esta empresa, y acordaron retirarse. Pero la retirada tampoco ser铆a f谩cil, pues s贸lo ten铆an dos caminos por donde salir, el primero era seguir por la costa, m谩s f谩cil y llano, pero m谩s largo, el segundo m谩s dif铆cil, y m谩s corto, era regresar por donde hab铆an venido.

Se enteraron de que Muley Hacen hab铆a llegado a la zona con tropas, as铆 es que decidieron regresar inmediatamente por el camino m谩s corto.
Las tropas intentaron encontrar los pasos y barrancos por los que hab铆an entrado desde Antequera, pero no consiguieron dar con ellos y extraviaron al ej茅rcito entre los montes. Los axarquicos, sabiendo los pasos que estaban buscando las tropas castellanas, se dirigieron hacia ellos para esperarlos, mientras otros persegu铆an a las cansadas tropas, caus谩ndoles el mayor n煤mero de bajas posibles con sus hondas y ballestas.

Tras largas jornadas de marcha, las tropas castellanas entraron en un valle, lo que es hoy el arroyo Jaboneros, los moriscos axarquicos estaban esperando la entrada de estas tropas, y cuando entraron, les tendieron una emboscada. Desesperadas las tropas de castilla, tras ver como ca铆an sus soldados muertos o heridos, muchos de ellos decidieron salir como fuese de all铆, intentando alcanzar las alturas y abandonar el valle.

Como pudieron unos a pie otros acaballo, subieron desesperadamente las laderas, muchos calleron en la celada, entre las fuerzas del maestre de Santiago, el alf茅rez Diego Becerra, m谩s tarde Juan de Bazan y el primo del maestre Juan de Osorio.
Batalla de Axarquia: El marqu茅s de C谩diz y el maestre de Santiago fueron sorprendidos en un desfiladero por el Zagal, se ve al maestre de Santiego huyendo de la conocida como “Cuesta de la Matanza”. Autor Angus McBride
El marques de C谩diz, ya sin su caballo, intent贸 reunirse con el maestre, pero la noche y el desconocimiento del terreno lo impedieron. En un arrebato de desesperaci贸n del marques de C谩diz, bajo de nuevo al valle donde intent贸 reunir a sus soldados, pero estos se hab铆an rendido la mayor铆a, otros hab铆an huido acobardados y hambrientos dejando tirados por los campos sus pendones y armamento pesado, buscando donde poder esconderse y poder esquivar la vigilancia de los moriscos axarquicos. El lugar donde m谩s castellanos perecieron es conocido como “la Cuesta de la Matanza”.

El marques s贸lo con unos cincuenta hombres quer铆a seguir combatiendo, pero Luis Amar y la soldadesca, le convencieron para abandonar esta idea y salvar la vida mientras pudieran, tras la llegada de la noche salieron del valle y tras cuatro leguas de huida, consiguieron llegar a tierras cristianas. Sufrieron en total 800 los muertos y casi 1.500 prisioneros, de los cuales 400 eran de noble linaje, quedaron en manos de los moros y que posteriormente ser铆a devueltos mediante el pago de un rescate.

Cu谩ndo los vencidos regresaron a sus ciudades, pueblos y aldeas, fueron recibidos como cobardes y les reprochaban de no haber muerto o haber quedado cautivos con sus compa帽eros.

En los pueblos, villas y alquer铆as de la Axarqu铆a, todo fue regocijo, zambra y jubileo, Allah volv铆a su rostro hacia ellos, que hab铆an derribado la soberbia cristiana.

Rev茅s de Loja (1-7 de julio de 1.483)
Alhama era un punto estrat茅gico que dominaba los caminos desde la capital a M谩laga y Ronda, y a continuaci贸n, Fernando a la cabeza de 4.000 jinetes y 12.000 infantes, inici贸 la conquista de Loja entre Antequera y Granada.

Fernando parti贸 de C贸rdoba y lleg贸 a Loja el d铆a 1 de julio de 1483. Ignorando las advertencias de sus m谩s experimentados oficiales, acampo en un valle lleno de canales de riego y poco apto para la caballer铆a pesada.

Fernando envi贸 un destacamento a la colina Albohacen que dominaba Loja para establecer all铆 una posici贸n artillera para batir la Loja, estaba bajo el mando de los marqueses de C谩diz y Villena, junto con el maestre de Calatrava. Tambien envi贸 otro destacamento bajo el mando del marqu茅s de tendilla para cerrar el camino entre el campamento y Loja, para evitar ataques.

Ibrahim Ali-al-Atar alcalde musulm谩n de Loja, envi贸 una peque帽a fuerza de caballer铆a ligera que cruz贸 el r铆o Genil la noche del 4 al 5 de julio y se escondi贸 en los bosques de las laderas de la colina Albohacen, y esperaron a que se produjera el ataque de la fuerza principal.

El 5 de julio se produjo el ataque de Ali al-Atar contra la colina, las fuerzas cristianas repelieron el ataque y persiguieron a 茅stas durante su retirada. La caballer铆a l铆gera escondida, atacaron la posici贸n a medio organizar y destruyeron la artiller铆a. Cuando la fuerza cristiana perseguidora se dieron cuenta de que la posici贸n estaba siendo atacada, dieron media vuelta, Ali al-Atar orden贸 a sus fuerzas dar la vuelta y perseguir a los cristianos. La lucha se prolong贸 durante m谩s de una hora hasta que llegaron refuerzos cristianos desde el campamento. Finalmente al-Atar se retir贸 a Loja.

Los castellanos sufrieron grandes p茅rdidas incluyendo al maestre de Calatrava don Rodrigo Tellez Gir贸n que fue alcanzdo por dos virotes de ballesta.

Tras un consejo de guerra en el que se decidi贸 que la posici贸n era insostenible y que deb铆an retirarse detr谩s del r铆o Frio y esperar refuerzos, el 7 de julio se abandon贸 la colina de Albohacen y se procedi贸 a la retirada. La colina fue ocupada inmediatamente por los musulmanes que izaron sus ense帽as, los castellanos cuando vieron las ense帽as pensaron que se estaba produciendo un ataque y se produjo una r谩pida huida hacia el r铆o Frio, al-Atar que era un experimentado comandante di贸 la orden de atacar inmediatamente. Fernado con su propia guardia y algunos jinetes m谩s se situ贸 en una posici贸n elevada para hacer frente al ataque y dar tiempo a la retirada. El marqu茅s de Cadiz se sum贸 al rey efectuando un ataque de flanco cuando los musulmanes atacaban, los musulmanes fueron rechazados y perseguidos.

El emir de Granada Abul al-Hassan lleg贸 a la zona y se sum贸 a los de Loja. Fernado decidi贸 abandonar completamente el asedio de Loja. Aprovechando la ausencia, se produjo un golpe de estado en el reino de Granada, Abul Hassan fue destronado por su hijo Boabdil.
Batalla de Loja (1483) el rey Fernando sufre un rev茅s al intentar tomar la ciudad de Loja. Autor Angus McBride