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| El camino de los Ángeles, con la ermita del Renacimiento se sigue debatiendo entre la historia y la leyenda, y en el que poco ha cambiado en los últimos quinientos años. |
Por el sur penetra en Alhama el río Marchan regando algunas pequeñas huertas. El recorrido es el mejor para realizarlo a pie, accediendo al mismo desde el casco medieval, aguas arriba hasta el embalse. A su paso por la ciudad se ha incrustado entre la gran garganta de tajos que parece que ha formado en el transcurso de los tiempo. Aún se observa un arco que para la canalización y el trasvase del agua se construyó en el siglo XVI, así como abundantes restos de otras acequias antiguas realizadas para mover los molinos que se contemplan desde la ciudad; prácticamente derruidos siguen dando al paisaje una belleza excepcional estos molinos harineros, con su sordo grito de socorro. También se conserva un puente construido con hierro, que viniera a suplantar al musulmán, del cual se advierte aún la cantera cincelada en los engarces. Aguas abajo se puede llegar hasta el tradicional puente romano, inmediato al de la carretera y el balneario nazarí, donde el baño Fuerte y el denominado de la Reina, son dignos de visitar, junto a la cueva neolítica de La Mujer, en las inmediaciones.
En las orillas del Marchan fueron corrientes las plantaciones de álamos de todas clases y en sus aguas abundaban las truchas, las anguilas y las nutrias, recursos naturales degradados alarmantemente tras la construcción del embalse. Y al fondo, las ermitas de la Peña y de los Ángeles. Aquí se emplaza la cueva neolítica de los Molinos, en las faldas de Alhama, junto a los mismos molinos, en una cantera abandonada. Constituye un conjunto arqueológico muy rico, pero, al no haber podido disponer de una base estratigráfica para su estudio dadas las precarias condiciones en las que el yacimiento fue descubierto, no se puede valorar con precisión ni cronológica ni culturalmente. Se encuentra en la hoja 1.025 del mapa del Servicio Geográfico del Ejército a 3o, 59', 02" W por 37o, 00', 19" N. La caverna se descubrió en 1968 con motivo de la explotación de la cantera. Esta fue suspendida con posterioridad al ser declarada la ciudad de Alhama Conjunto Histórico y Artístico. Sin embargo, el yacimiento quedó prácticamente destruido. Siguiendo aguas arriba, tras pasar la derruida ermita de la patrona del gremio de los molineros y el camino de la Trucha se accede hasta el embalse, el Ventorro, y 200 ms antes, la Huerta Cañón, en la carretera que conduce desde Alhama al pequeño embalse del trasvase del río Marchan al pantano de los Bermejales, a escasos Km de la ciudad. Las primeras noticias relativas al hallazgo de restos arqueológicos en la zona datan de 1871, cuando se excavó por vez primera. El expolio de la necrópolis, que fue documentada como argárica, comienza en el siglo XIX a raíz de las noticias que proporcionaron los eruditos citados. Ha perdurado a lo largo de este siglo en el que en distintos momentos profanos y desaprensivos abrían las fosas y arrasaban con todo lo que en ellas podían encontrar. En la actualidad el panorama es desolador. El yacimiento se encuentra profanado en su integridad.
En la generalidad de las alquerías el paisaje es muy similar, al igual que los recorridos, por los cursos fluviales de que están dotadas, especialmente Játar, Fornes y Jayena.
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| Vista de la Cuesta del Carmen, el río Marchan o de Alhama y los antiguos molinos harineros hacia los años setenta. |
